LA FALSA DICOTOMÍA BATALLA CULTURAL VS BARRO DE LA POLÍTICA
“Hace tiempo en uno de mis primeros libros fabriqué una definición que veo con satisfacción que algunos distinguidos colegas la citan: “el liberalismo es el respeto irrestricto al proyecto de vida de otros”. Y cuando decimos respeto para nada estamos significando adhesión, respeto proviene de respectus en cuanto a consideración, en nuestro caso la improcedencia de recurrir a la fuerza para modificar los proyectos que no compartimos.
Alberto Benegas Lynch (h) en su artículo Cuando el fuero interno es, también, el fuego de la libertad.
Nuestra realidad es compleja. Tenemos una tendencia a reducirla a una postura maniquea, es decir en términos de BLANCO/NEGRO.
Lamentablemente, las cosas no funcionan así. La realidad suele ser más compleja de lo que creemos.
Se ha puesto de moda en el ámbito liberal plantear la cuestión en estos términos: la “batalla cultural” (entendida ésta por el debate en el ámbito académico y de divulgación) como algo PASIVO e infructífero; opuesto y enfrentado a “meterse en el barro de la política”, tomado como algo ACTIVO, FRUCTIFERO y DETERMINANTE.
A mi entender, esta es una visión errada, una falsa dicotomía.
¿Desde donde se producen los cambios? ¿Desde la poltrona política o desde el debate de ideas?
Pongamos un ejemplo práctico: La cámara de diputados tiene 257 miembros. Pongamos con todo el entusiasmo del mundo que un partido “liberal” obtenga 5, 10, 30 diputados. ¿Cómo hace para generar algún cambio, del tipo achiquemos el estado, bajemos impuestos etc.? Claramente NO puede hacerlo. Podrá presentar proyectos geniales o tener exposiciones parlamentarias brillantes.
Pero NO GENERARA CAMBIO ALGUNO.
ES LA SOCIEDAD LA QUE GENERA LOS CAMBIOS.
Si nuestra sociedad NO DEMANDA liberalismo, la política no lo ejecutará, porque la política actúa de acuerdo a como “sopla el viento del ánimo social”.
¡O acaso no es común que los políticos tengan un historial de pasar por todo el espectro ideológico sin escalas!
¿Cómo se generan los cambios en la sociedad?
El proceso simplificado es así: un intelectual genera una idea nueva. Por ejemplo, EL MERITO ES ALGO MALO. EL MERITO GENERA DESIGUALDAD. VIVIMOS EN UNA MERITOCRACIA. (Michael Young, 1958 The Rise of Meritocracy).
Esa idea pasa a debatirse en los Think Tanks (Michael Young pertenecía a la internacional socialista y era miembro de la Sociedad Fabiana) donde se reflexiona, debate y genera material de estudio.
Es decir que de un individuo, la idea se mueve hacia un grupo reducido de personas. Aparecen nuevos autores que trasladan la idea y la “adaptan” a distintos ámbitos sociales. Luego ese material es recepcionado por artistas, periodistas y divulgadores (sean periodistas o los modernos youtubers) y así la idea madre pasa del reducido mundo del paper académico, a instalarse en la cultura popular, los medios, etc.
El termino “meritocracia” se empiezan a ver reflejado en el cine, la televisión, periodistas discuten sobre él. Empieza a ser habitual escuchar sobre él.
La idea entonces, se hace MASIVA y POPULAR.
Una vez pasa esto aparece el/los políticos con “olfato” para detectar el cambio en el paradigma social, listos para ofrecerse a ejercer la representación de esta nueva idea. El político la incluye en sus discursos, generalmente escritos por los intelectuales de la segunda etapa.
Por supuesto, en última instancia y bajo el actual sistema democrático representativo, triunfará quien sepa interpretar mejor y más carismáticamente las demandas del votante. Quien resulte más votado.
Con todo lo dicho queda claro que DIVULGAR IDEAS es hacer POLITICA, porque UNA IDEA QUE LLEGA A MASIFICARSE, ES UNA IDEA CON INTENCION DE TRANSFORMACION SOCIAL. Las ideas importan.
E insisto, en última instancia, si esta transformación caló profundo en la sociedad, SIEMPRE tendrán alguien (un político) que se ofrezca a representarlas. No digo que no pase, pero es muy INUSUAL, que se conjugue el rol de intelectual, con el de político.
Todo esto que les relato ES UN PROCESO LENTO y por algo siempre los movimientos colectivistas se han preocupado tanto por influir en el ámbito educativo en todos sus niveles y artístico (cine, literatura, etc.). Tenemos casi un siglo de adoctrinamiento ESTATISTA.
Asimismo, es propio de la juventud esa ansiedad por la revolución y “romper con el sistema cuanto antes” y por ese motivo, calan tan hondo las ideas socialistas en ese segmento de la población.
La experiencia Argentina en 2001.
El fracaso del movimiento de 2001 del “que se vayan todos” es fruto directo de:
1) No se comprendía la naturaleza del problema (si era la convertibilidad, el gasto, la deuda o cual). Las ideas no estaban claras. Como tampoco estaban claras los motivos del fracaso de Alfonsín.
2) La ansiedad por tener resultados inmediatos sin entender la naturaleza de la crisis.
La política se acomodó y aparecieron actores – que eran secundarios en el paradigma anterior- que si supieron interpretar antes que otros el reclamo, que como vimos, no estaba claro en su fondo pero si en su forma: “que se vayan todos”.
Esta falta de entendimiento de FONDO del asunto (que era el déficit fiscal), le dio a la casta política la posibilidad de “auto preservarse” y reaccionar ofreciendo una solución funcional a la política misma.
En mi caso personal, en 2001 tenía 22 años y fui uno de los que decidió meterse en política para cambiar las cosas “desde adentro”. Los siguientes 2 años los dediqué a la labor parlamentaria en CABA. La experiencia directa de ver como es el funcionamiento interno de la política, me hizo desistir de seguir en ese ámbito y me enfoqué a terminar la carrera universitaria que estaba cursando, absolutamente desencantado con lo lejano que está del ciudadano de a pie, la corporación política y especialmente sorprendido, por las distintas percepciones sobre como es el real manejo interno que pueden tener sobre el mismo asunto tanto un ciudadano, un militante, un dirigente o un funcionario.
No necesito nadie que me cuente como son las cosas. Las viví en carne y hueso.
EL RESURGIR DE LAS IDEAS LIBERALES
El liberalismo es una DOCTRINA, no una IDEOLOGIA. Por lo tanto está en constante evolución y no es un cuerpo cerrado de ideas.
Entonces, no puede existir por definición, un partido político que personifique al LIBERALISMO en su totalidad, por el simple hecho de que NO EXISTE UN SOLO LIBERALISMO.
Bajo los pilares de LIBERTAD, INDIVIDUALISMO, IGUALDAD ANTE LA LEY Y PROPIEDAD PRIVADA y LIBERTAD DE PENSAMIENTO fluyen muchísimas variantes que se conjugan por un lado y se excluyen por el otro.
La gente está en su total derecho de juntarse en distintos movimientos, frentes y agrupaciones que ellos consideren que representan las ideas en las que creen.
Como así también agrego, la gente está en su total derecho de NO hacerlo.
O acaso Murray Rothbard, el mayor pensador ANCAP de la historia, ¿no fundó un partido político? Como también es cierto que luego lo abandonó defraudado por la pérdida de valores de éste.
Recordemos que uno de los vehículos centrales de las ideas liberales, es el de la TOLERANCIA ¿Y qué es la TOLERANCIA?
La Tolerancia debe interpretarse como la complacencia respecto de lo que no se quiere o no se puede impedir, y, por tanto, no consiste en renunciar a las convicciones e ideas propias o en abstenerse de exponerlas, defenderlas y difundirlas, sino en no tratar nunca de imponerlas por la violencia, la injuria o el fraude, y en procurar convencer por la persuasión y el razonamiento, y practicar la cortesía de modales que hacen posible la vida social a despecho de las diferencias de opiniones.
Gracias al trabajo de referentes modernos, cada uno con sus diferencias e ideas originales -quienes APOYADOS en hombros de gigantes- lograron llevar las ideas liberales al PRIME TIME mediático, llegando así a personas a las que NUNCA ESTAS IDEAS LO HABÍAN HECHO.
Por lo tanto, es una excelente noticia que ciudadanos –en principio ajenos al circo político- hayan detectado que existe una creciente demanda por principios liberales en la sociedad, y que hayan decidido constituirse como candidatos, para brindarles una opción electoral para ser representados.
Sin embargo, esto no cambia el hecho principal: si el público no entiende que es el liberalismo, no lo demandará y por ende no lo votará.
Conclusiones finales
Cada uno sabe con qué rol se siente más cómodo. Cada uno sabe cuál es el FIN de sus acciones.
Como siempre, el tiempo dirá y juzgará las acciones de cada uno.
Las IDEAS IMPORTAN, las personas sólo son su vehículo.
Ojala podamos sacar a este país adelante, volver a tener una sociedad pujante, en crecimiento y con bienestar. Solo hay una forma para ello y es volviendo a las fuentes: LIBERTAD, IGUALDAD ANTE LA LEY y RESPETO POR LA PROPIEDAD.
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